domingo, 4 de septiembre de 2011

Re m


Se ha establecido el rigor de un estado deseado, mas nunca conciliado, hasta ahora. Una libertad no definida, sino asumida dentro de lo que a mi me es complaciente, poder dar paso al traslado en lo que a gustos se refiere, montañas, nubes, hierba, agua, dicha no interrumpida, un todo, mi todo, en deleite. Segregar la fantasía cotidiana y vivir de una vez la realidad que vuestros ojos menosprecian o no comprenden, por qué? (no es una pregunta pero como decirlo de otro modo), ir en contra del flujo aceptado, lo que la razón avala, libertad a mis pies de una vez, transitar en los callejones censurados y mal vistos, hacer oídos sordos a las advertencias que privan y condenan, dejar que el silencio inunde y que hable y que ensordezca, sí!, que ensordezca, cómo? ( no es una pregunta pero como decirlo de otro modo).
La satisfacción está en frente a no más de un par de pulgadas, se encuentra desnuda y es cautivante, ofrecimiento inestimable, no hay resistencia que ate las manos e impida poseerla, me ofrece pisar el cielo sin la necesidad de saber volar, me ofrece el mar sin la necesidad de saber navegar, me ofrece un intercambio con las aves sin la necesidad de saber trinar. Es lo que he escogido, lo único que ha sido dotado de "sentido", y a la vez renuncio a la busqueda de un sentido adulterado que se esmera en llevarse consigo un todo, mi todo, a un ocaso perpetuo. Elijo la satisfacción que degrada la fantasía de esta vida predispuesta e impuesta, adopto la realidad, mi realidad que vuestros ojos menosprecian o no comprenden, por qué? (no es una pregunta pero como decirlo de otro modo).

domingo, 19 de junio de 2011

Hoy llueve ...


Aquí ya no llueve... acabo de mirar por la ventana y mis flores me reclamaron por qué no las he regado. La lluvia fue algo así como un último aviso. Ella no sabía bien cuál era su papel, pero supo desde que una de sus gotas tocó una de las hojas, que su venida era esperada. Seguí mirando, esperando otra respuesta, pero nada sucedía.
¿Quién no sabía? Mis flores tenían una claridad innata. El único que no sabía y no sabe como cuidarlas soy yo. De repente, me sentí fatigado. Un dolor me invadía, pero ¿dónde? Intenté tocar mi cuerpo, pero no encontraba nada. Miré rápidamente las flores, mis flores.. Una sonrisa salía de ellas al verme tirado en el piso y con la corbata deshanudada mi pieza comenzó a dar vueltas en torno a un centro que no era yo. Todo era extraño, ya no estaba en mi habitación. No conocía esa casa, mis flores ya no eran mías, ya no llovía... El problema es que siempre es vertiginoso... existe una necesidad enorme de exacerbarlo todo, de hiperbolizarlo, de expresarse quizás.
Abrí los ojos, por fin. Me quedé varios minutos mirando el techo, intentando explicar mi sueño; eso sí importaba poco tenerlos abiertos o cerrados... La pieza oscura no hacía distinción entre pensamientos luminosos e ideas soterradas; la pieza estaba oscura de todos modos, y nada.. ni mis flores, ni tú podrían iluminarla.

Cuento a dos manos.
Edder Pino - Ivonne Araya

domingo, 9 de enero de 2011

Cigarro y fuego


Mi cuerpo es como un cigarro.. mi alma como el fuego..
Ambos se consumen lentamente.. toman su tiempo absorbiendo oxígeno y votando desechos que otros tendrán que contener…
Nadie se ha quejado aún de mi asfixiante mezcla. A simple vista no causo daños.. al igual que un cigarro mi cuerpo dejará de existir.. pero mi alma intentará quemar.. intentará quemarte para dejar huellas en ti.. Creo que he dejado de ser inofensiva.. pero nadie es capaz de notarlo.. Nadie puede darse cuenta de lo que de verdad soy capaz de producir..
Mi rica mezcla es capaz de cegar, de quemar y de ahogar. Pero es fácil, mientras nadie se queje seguiré consumiendo como un cigarro mezclado con fuego.